El sábado, 5 de noviembre 2022, los senderistas de Tierra quedamos en el párquing de Cantocochino y después de tomarnos un café para despejarnos, iniciamos según nuestros planes la ruta hacia los Baños de Venus.
Fuimos siguiendo el curso del río Manzanares por su margen derecha, que bajaba bien cargado de agua por las lluvias caías los días anteriores. Ya desde la salida empezaron las bromas: “¿ya hemos llegado?”, “¿cuánto queda?”… “un ratito” contestaba el coro.
Sin casi darnos cuenta, mientras nos poníamos al día de los planes realizados y por realizar, llegamos a la Charca Verde. Pues ya no está tan verde como antes ¿no? ¿Hacemos una foto de sombras? Venga….
Para salir de la Charca Verde, por lo húmedo del terreno, nos inventamos una salida trepando por unas rocas a nuestra derecha hasta que volvimos a encontrar el camino, ¡esto no es tecnificación de montaña, pero casi!
Dejamos el Río Manzanares y comenzamos a remontar el Arroyo del Chivato que, al cruzarlo, estando tan crecido, puso a prueba alguna que otra bota. Ya al otro lado y atravesando el pinar cogimos las zetas que pronto dejamos y para afrontar el último esfuerzo, “¿cuánto queda?”… “un ratito”. Después de un duro kilómetro por un camino marcado con hitos y pasar por el pluviómetro por fin oímos el ruido de las cascadas. Nuevamente lo húmedo de la piedra en algunas zonas nos obliga a trepar buscado la seguridad de la piedra seca… pero llegamos a los ansiados Baños de Venus.
Hay ocasiones en las que no somos conscientes de nuestro estado de forma y una ruta aparentemente sencilla nos obliga a pararnos y recuperar fuerzas. Así que con unas magníficas vistas de la Pedriza comimos nuestros bocatas, y viandas. Ya con fuerzas renovadas afrontamos la bajada, esta vez todo por las zetas “¿cuánto queda para Cantoco? ”… “un ratito”. ja, ja…
¿Que cómo quedo la ruta en cifras? Pues un poco fuerte para la sección, unos 18 km y 750 m de desnivel.
0 comentarios