Como es habitual en nuestras salidas la hora de reunión está pensada para que la gente se vaya incorporando, nos demos los buenos días, dudas de última hora… Media hora antes nos juntamos los responsables para ultimar los detalles, comprobar cómo está el tiempo para el día y tomarnos un café calentito. ¿Qué está pasando para que la gente llegue temprano, casi antes que nosotros? Quiero pensar que hay una gran responsabilidad, respeto por el trabajo previo y un aumento extraordinario de amor por los senderos y la montaña. Por esto os lanzo un ¡GRACIAS! 🙂
A las 7:30 estábamos preparados para el asalto senderista al Pico de Majalasna, unos metros de asfalto para salir de la zona urbana de Cercedilla y pisar los prados serranos. Sin una pizca de compasión empezamos a acumular desnivel hasta el depósito de agua, ya nos sobra la ropa de abrigo. Estamos entrando a la Colonia de Camorritos, con sus “hoteles” que llegan a bordear los 100 años de construcción; unos nos gustan más que otros. Tenemos la oportunidad de echar un vistazo mientras caminamos por sus calles de tierra y que también son parte del GR 10 (sí, el que cruza la Península desde Valencia a Lisboa).
En breve cruzamos la puerta metálica que nos “suelta” en pleno pinar, empinadas laderas conocidas por casi todos nosotros porque forman parte del recorrido del Cross de las Dehesas y su hermana pequeña Trail Las Dehesas de la Fuenfría. Dos clásicas organizadas por nuestro Club Tierra Trágame, allí nos veremos el próximo 26 de Septiembre… ¡tomad nota!
Y después de un rato llegamos al primer objetivo, la Pradera de Navarrulaque. Solo un minuto para tomar algo de agua y seguimos por la Senda Herreros, aquí podemos fijarnos en un banco con una dedicatoria especial. “Senda Herreros, marcada por Enrique Herreros (1903-1977). Dibujante, pintor, grabador, fotógrafo, cineasta, montañero, peñalaro y hombre bondadoso. Aurrulaque. 2007”. Ya hemos aprendido algo más sobre este camino.
Desde la Senda Herreros tenemos esta vista de Siete Picos, ¿cómo no vamos a para un momento?
Este sendero ofrece unas impresionantes vistas de Siete Picos, estamos a sus pies y comprobamos la verticalidad de la cara sur. Un poco más adelante, y antes de que el camino gire en dirección sureste encontramos un pequeño sendero que nos hará ascender en diagonal hacia la pradera del Majalasna. Poco a poco y entre la vegetación autóctona seguimos nuestro recorrido hasta que en lo alto divisamos el cielo; esto significa que estamos cerca, muy cerca.
En algunos momentos Curra nos marcaba el camino a seguir… y subir.
El tiempo de hoy es el que nos gusta, cubierto, temperatura baja y aire en las partes altas. ¿Verdad que nos reconforta ir sumando kilómetros y desnivel?. La mayoría decidimos hacer la trepada final hasta el Pico de Majalasna (1932 m); ya nos azota el viento y trepamos poco a poco por el roquedo.
Ahí vamos llegando, el esfuerzo merece la pena.
Llegamos muy satisfechos y no tenemos otra opción que inmortalizar la hazaña.
Cumbre hollada del Pico de Majalasna.
Pero todos sabemos que los descensos son más complicados y peligrosos, así que por la cara norte vamos destrepando rocas, como deshacer el mecanismo de un reloj… hasta que alcanzamos la pradera y podemos continuar hacia Collado Ventoso. Esto ya nos parece un paseo, el viento ha desaparecido y podemos descender hacia el collado tranquilamente, comentando las primeras anécdotas de la jornada. En cuanto llegamos tomamos el pedregoso Camino Schmid, esto ya es otra cosa. Hay que concentrarse en levantar bien los pies y sortear las piedras, no es mucha distancia pero sí que se hace largo.
Ya podemos decir que estamos en el tramo de vuelta pero antes tenemos que pasarnos por la Ducha de los Alemanes, bucólico lugar que se forma en la vaguada del Arroyo de la Navazuela. Nos rodea el pinar, pero también ejemplares de los centenarios tejos. Es el lugar elegido para reponer fuerzas y pensar en que seguiremos caminando por senderos poco transitados, a media altura, por la falda del Valle de la Fuenfría.
Desde luego es un paraje para visitar muchas veces.
Y es que, casi sin darnos cuenta volvemos a cruzar una puerta metálica que nos va devolviendo a la “civilización”, Camorritos, la vía del ferrocarril, las calles de tierra y el recién asfaltado Cercedilla.
Como también somos datos, números… estos son los de la jornada; 18,75 kilómetros y 950 metros de desnivel positivo.
El grupo senderista fuimos Anne, Belén, Carmen, Chelo, Gabriel, Ibon, Juan Arturo, Julio, Mónica, Myriam, Óscar, Paco, Paloma, Patricia, Susana y Teresa. Por supuesto, contamos con la inestimable visita y ayuda de Curra.
Bonita crónica, dan ganas de acompañaros.
¡Gracias en nombre de Curra! Fue una bonita excursión
Muchas gracias a ti Julio para hacer este día posible y esas palabras tan fieles a la, realidad. Nos vemos en otras!
Gracias a ti por vuestro trabajo!! Me encantó la ruta y disfruté muchísimo!! Nos vemos en la próxima!!
Como siempre Julio una gran salida con tu gran dirección, no dejes de sorprendernos