Las secciones PGT e Infantil decidieron conocer los robles centenarios ubicados en Miraflores de la Sierra. El grupo Infantil comenzó la ruta en ligero ascenso hacia la pradera donde enseguida apareció el conjunto de robles centenarios que destacaba entre sus congéneres. Con respeto y admiración, bajo sus ramas, fue el lugar de parada para reponer fuerzas, escuchar a los habitantes de la charca en regeneración y volver bordeando el embalse de Miraflores más lleno por las últimas lluvias. Las floraciones con sus colores, los helechos espectaculares, los riachuelos frescos, con sus aguas cristalinas, no se podía pedir más.
El grupo PGT salió un poco antes acompañados esta vez por el feliz perro Tato, que acostumbrado a las carreras de canicross disfrutó con los jóvenes “una barbaridad”, sobre todo en las bajadas.
0 comentarios