El pasado domingo los peketierras se encaramaron a las paredes verticales del rocódromo. The climb fue el lugar en que muchos de los infantiles del club se calzaron sus pies de gato, arnés y casco y se encaramaron a diferentes bloques y vías.
Dos grupos de edad permitieron hacer una actividad más específica adaptada a la dificultad propia de la edad. Pequeños saltando entre bloques, haciendo travesías y escalando por paredes verticales. Los mayores, con ganas de llegar a lo más alto, lo dieron todo en la zona de adultos con tal de alcanzar su objetivo, coronar la vía para disfrutar de la bajada rapelando.
Y como colofón de fiesta, un rato de juego para poner a prueba las habilidades de cada uno.
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