El pasado sábado 4 de febrero tenía lugar la primera salida del mes para la sección de carreras de montaña. La convocatoria era a las 9 de la mañana en el polideportivo de Cercedilla, pero el magnífico día provocó tal aluvión de vehículos dirigiéndose hacia Navacerrada, que varios de los integrantes se vieron involucrados en atascos mañaneros, lo que provocó algún que otro retraso. De todos modos, a las 9:15 estaba el numeroso grupo completo y listo para salir.
Todos los componentes de la salida compartíamos camino desde el polideportivo hasta la pradera de Navarrulaque y ya por la vereda de las Encinillas se empezaba a atisbar el panorama que íbamos a encontrarnos a lo largo del día, con mucha nieve en las cumbres de Siete Picos y bastantes zonas con hielo.
En Navarrulaque se dividía el grupo y mientras unos tiraban hacia Majalasna y Siete Picos, el resto tomaba el camino hacia la carretera de la República para hacer un recorrido por zonas más bajas, que no menos divertidas, dirigiéndose hacia la Ducha de los Alemanes y Majavilán para desde allí bajar hacia el Embalse de la Venta y las Dehesas para , luego siguiendo la Senda de la Teja, volver hacia Camorritos y regresar finalmente a Cercedilla.
Ruta con mucho hielo en las umbrías, y abundante agua en los cruces de los diferentes arroyos que jalonan la zona.
Por su parte, el otro grupo afrontaba el paso por la ladera norte de Siete Picos donde pudieron disfrutar de la abundante nieve que, con el magnífico día de sol, nos dejó algunas imágenes espectaculares. Finalmente, no hubo problemas con el hielo, como temíamos y pudimos realizar la ruta por toda la ladera sin incidentes dignos de mención. Bueno… excepto el tráfico de senderistas/raquetistas. El sábado debió ser el Día Mundial de las Raquetas de Nieve. Jamás había visto tal cúmulo de ellas; alguno/a con muy poquita educación, todo hay que decirlo.
En todo caso, alcanzábamos el Puerto de Navacerrada sin problemas… exceptuando el cruce de alto riesgo de la pista de El Bosque y la caída de Fernando Buceta. Sin consecuencias.
Ya en el Puerto, nos adentrábamos en el camino del Calvario para realizar el descenso a Cercedilla. Elena y Fernando Buceta fueron los grandes animadores del tramo, rivalizando en ver quién se caía más veces. Afortunadamente las caídas fueron más objeto de mofa y escarnio que de verdadero riesgo.
Al final, regreso a Cercedilla por el camino del agua y la presa de Navalmedio, alcanzando de nuevo el polideportivo sin daños de gravedad más allá de los de la dignidad.
Espléndido día disfrutando del sol y de la nieve y, sobre todo, de la buena compañía, que concluyó con un refrigerio en el que compartir las anécdotas del día.
A los que no vinisteis: vosotros os lo perdéis. Esperamos veros en la próxima y recordad: en casa es donde más accidentes se producen.
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