Os dejamos aquí la crónica de la salida que nos manda Fernando Calo. Por lo que nos cuenta, nos perdimos una bonita experiencia, así que probablemente habrá que repetir.
El pasado 25 de febrero 4 valientes se presentaron a las 9:30 en Casillas para pasar una mañana disfrutando de la parte oriental de Gredos. La meteorología a esa hora ya indicaba que iba a ser un día muy agradable.
La aventura comenzó con una subida constante desde el pueblo hasta el puerto de Casillas. Al coronar la recompensa fueron unas vistas impresionantes del valle de Iruelas con el embalse del burguillo al fondo.
Continuamos por un bonito sendero nevado hasta el pozo de las nieves. En este trayecto las vistas y los ciervos también eran motivo de distracción y de parada.
Después de disfrutar del pozo de las nieves, un antigua edificación que se utilizaba para conservar hielo durante el verano, continuamos nuestro camino hacia el Castañar del Tiemblo. Un bosque de castaños que en esta época del año está completamente desnudo de hojas.
Trás la visita al “abuelo”, el castaño más significativo, el grupo se dividió en dos. La mitad decidió seguir hacia el Alto del Mirlo, mientras que el resto optó por descender hacía Casillas.
En el Alto del Mirlo cayeron algunos copos de nieve, recordando que el invierno sigue presente.
Finalmente, una bajada tranquila nos dejó de nuevo en Casillas, no sin antes poder apreciar un gran buitres sobre las rocas en la zona alta y una cabra recién nacida al final del descenso.
Un día muy completo disfrutando de los paisajes, la fauna y sobre todo la compañía.
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